martes, 8 de marzo de 2011

La mini no es moda, es un estado de ánimo


















William: Me parece algo ...surrealista que yo te pueda ver desnuda.
ANNA: ¿Qué tienen los hombres con la desnudez? Sobre todo con los pechos. ¿Cómo pueden interesarles tanto?.
WILLIAM: bueno...
ANNA: En serio. No son sino pechos. La mitad de la población del mundo los tiene. Son para lactar. Tu madre los tiene. Has visto miles de ellos.
¿Por qué tanto lío?
WILLIAM: Francamente, no lo entiendo. Déjame ver un momento (mira dentro de la sábana y sonríe) No. No lo entiendo.
En un lugar llamado Notting Hill

Con el pretexto del día Internacional de la Mujer dejo salir solo por un momento mi sentimiento feminista y me enojo, de igual modo por un breve tiempo, con los hombres.

Temprano ayer veía una fotografía de un movimiento sesentero del DF donde varias mujeres estilizadas, piernas largas se manifestaban por las calles en minifalda y carteles que decían cosas como “para usar midi, hay que ser midi-ocre”, “la mini es anti-sexo”, “La mini no es moda, es un estado de ánimo” y muchos otros que no se dejan ver. Para ir acorde a la mañana mientras me cambiaba vi una falda mal parada que tengo hace mucho tiempo; decidí ponérmela sin pensarla mucho y sin poner atención en el espejo a mis piernas cortas y flacas, era solo un gusto que me daba. Salí a la calle y en el camino a la escuela niños, jóvenes y señores se detenían a verme pasar (no a mí, a mi falda), algunos carros pitaron e incluso alcancé a escuchar algunos comentarios raspas y ahora pregunto ¿Qué gran lio se tienen los hombres con las piernas, los pechos, la espalda?. Yo pensaba sinceramente que vivía en una sociedad avanzada, abierta en cierto sentido y moderna, hasta escuchar “sopla viento, sopla” como si este señor nunca hubiera visto unas nalgas en su vida; lo mismo para los que me conocen, si no me pongo shorts es porque no existe ninguna diferencia entre verlas en un día de alberca o de playa a verlas en plena ciudad.

Aclaro que no hablo por aquellas mujeres a las que les hace el día recibir piropos y que cuando les pitan, gritan o ven, no dejan de manifestar su gusto. Hablo por aquellas a las que nos hace sentir femeninas una falda, así como nos hace sentir un labial rosa, una trenza en el cabello o ropa interior que combina: floreada, de encaje, rosita o el color favorito. Y así como somos libres en pensamiento deberíamos serlo en acción, no debería existir un impedimento para dejar que respiren nuestras piernas, nuestra espalda o el pecho con un escote (discreto o prominente te lo dejo a tu gusto). El espacio se invade por miradas fijas y por faltas de respeto, ¿Dónde queda entonces la libertad de la mujer para vestir como quiera?.Lo mío ayer fue para seguir con mi idea mañanera, pero no siempre se necesitan pretextos, hay días en que una se siente tan bien y tan animosa que le vale milonga dejar verse las piernas flacas, los pechos planos y la espalda maltratada por el sol; habrá ocasiones en que lo haga porque se me pegue la gana y me gustaría decir que lo pensaré dos veces a la próxima que vea una falda o un vestido mal parado en mi closet, la verdad es que lo pensaré menos, será mi modo de hacer mi lucha, manifiesto mi descontento con todos aquellos comentarios que se salen de lugar por parte de los hombres desosos, urgidos y calientes.

Ahora me doy cuenta cuanto retrocedemos en cultura, será necesario que tomar la bandera sesentera nuevamente, salir a la calle y luchar por nuestra feminidad. Hasta el día en que llevar una falda o un vestido sea igual que traer un pantalón ajustado(como tantos hombres usan también) y no cause tanto revuelo en la calle y la mirada sea normal, ese día empezaré a luchar por cualquier otra libertad que me haya sido robada.

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